La “conversación espiritual” ha facilitado la escucha entre los miembros de la Iglesia durante el sínodo. La Hermana Altagracia González: “produjo mucha consolación en las personas porque podemos sentirnos escuchados”.
De nuestro corresponsal especial de Vatican News en Bogotá, Johan Pacheco
En las diversas asambleas que han servido de camino durante la etapa continental del sínodo de la sinodalidad, el método empleado ha sido un factor de integración del diálogo fraterno, la oración y el discernimiento, conocido como “conversación espiritual” de inspiración ignaciana.
La religiosa de la República Dominicana, Altagracia González Ventura, miembro de la Congregación de las Hijas de Jesús, conversó con Vatican News – Radio Vaticana sobre la experiencia de la “conversación espiritual” en la vida cristiana.
“Esta forma de discernimiento comunitario que posibilita el que podamos en este camino sinodal todo lo que queramos decir y donde toda persona se siente escuchada, donde puede escuchar al otro. Y esto ha posibilitado, el que ninguna palabra suene más alto, que cualquier sienta su palabra autorizada, y por eso ha llegado hasta este momento muchas voces, muchas necesidades de la Iglesia, muchos testimonios, mucho camino sinodal”, dice la religiosa.
Durante el encuentro final de la fase continental, evaluaron este método utilizado. “Y todos coincidimos en que fue una experiencia muy rica, que produjo mucha consolación en las personas, porque podemos sentirnos escuchados, porque aquí el interlocutor principal es el Espíritu Santo”, comenta la hermana González.
La “conversación espiritual”, asegura la religiosa de las Hijas de Jesús: “nos ha posibilitado realmente sentirnos escuchados, escuchar, hablar, hacer con serenidad”.
“Es realmente una experiencia de discernimiento comunitario donde juntos buscamos la voluntad de Dios y dejando a un lado intereses personales”, menciona.
Altagracia González Ventura, también conocida en su ambiente pastoral como Hermana Iris, espera con el sínodo, los miembros de la Iglesia no se queden esperando un documento, “sino que lo que hemos orado, vivido, se comience a vivir en las iglesias locales, eso es lo que nos va a hacer una Iglesia sinodal”, asegura.