El sacerdote Agenor Brighenti, del equipo de reflexión teológica del Celam, comenta los aportes de la Iglesia Latinoamericana al Sínodo: “crear en la Iglesia estructuras de comunión que posibiliten el ejercicio del sensus fidei”.
De nuestro corresponsal especial de Vatican News en Bogotá, Johan Pacheco
Los aportes de las diversas Iglesias locales en Latinoamérica, con amplio proceso sinodal, coinciden en sus aportes sobre la corresponsabilidad como bautizados en los compromisos eclesiales, con el desafío de superar el clericalismo, y fortalecer el ejercicio del sensus fidei.
El sacerdote brasileño Agenor Brighenti, miembro del equipo de reflexión teológica de Celam, hizo parte de los redactores del documento conclusivo de esta etapa continental. En entrevista a Vatican News – Radio Vaticana, considera este Sínodo como “inédito porque se realiza desde abajo, desde las Iglesias locales”.
Sobre los aportes de las Iglesias en la etapa de escucha, resalta “el deseo de ser una Iglesia pueblo de Dios, que sea ministerial. Una búsqueda de superación del clericalismo a través de una inserción mayor de los ministros ordenados en el seno del pueblo de Dios”.
“Se habló también bastante -dice el teólogo latinoamericano- de la importancia de crear en la Iglesia estructuras de comunión que posibiliten el ejercicio del sensus fidei en la Iglesia. Un modo muy especial, dos organismos de comunión que son las asambleas y los consejos de pastoral”.
También mencionó Brighenti, el papel de las conferencias episcopales y los ministros ordenas como expresión de la Iglesia pueblo de Dios. Asimismo, la participación de la mujer en la Iglesia.
“Entonces creo que va muy en la línea de los demás continentes también, que vivimos todos un gran esfuerzo interior de una Iglesia, más pueblo de Dios, más sinodal. Es una corresponsabilidad de todos los bautizados”, dijo.
Recordó también algunos procesos importantes de Latinoamérica que fortalecen el camino sinodal, como la Asamblea Eclesial, el Sínodo de la Amazonia, y las recientes asambleas regionales de la fase continental.
Finalmente, acotó que “la sinodalidad consiste en el ejercicio del sensus fidei de todo el pueblo de Dios… Lo que se busca aquí América Latina desde hace mucho tiempo, es justamente caminar como pueblo de Dios de manera organizada y horizontales, dando testimonio como Iglesia ministerial y corresponsable”.