El coordinador de la Comisión Preparatoria de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, analiza el trabajo de la fase continental y las tareas que le corresponde en vista a la reunión del sínodo de octubre en el Vaticano.
De nuestro corresponsal especial de Vatican News en Bogotá, Johan Pacheco
En la sede del Celam un trabajo integrado por representes eclesiales y luego por los secretarios generales de los episcopados de Latinoamérica, realizaron del 17 al 23 de marzo la síntesis final de un documento que reúne los aportes de la Iglesia en esa zona geográfica.
El padre Giacomo Costa SJ, recientemente nombrado coordinador de la Comisión Preparatoria de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, también estuvo en Bogotá guiando la metodología de trabajo. En entrevista, padre Giacomo Costa con Vaticana News – Radio Vaticana, compartió la experiencia de trabajo, los aportes del pueblo latinoamericano, y sobre las tareas que le competen en la preparación de la asamblea del próximo mes de octubre.
Sobre la actividad que se ha desarrollado en Bogotá, acá en el Celam, ¿cómo ve la experiencia y la participación de estos representantes eclesiales, del pueblo de Dios, de las diferentes naciones?
Aquí en Bogotá creo que hay un clima de alegría y de reflexión profunda, y se recoge los frutos de cuatro asambleas eclesiales en distintas regiones de América Latina y El Caribe. Esto fue lo más importante, verdadera experiencia, y lo que me llegó escuchando a los que participaron, es esta ilusión que hizo encontrarse, de esta capacidad de aprender a dialogar juntos, a escuchar los unos a los otros y las otras, y de aprender los unos de los demás como Iglesia. Esa es una experiencia fundamental de aprender a ir juntos. Concretamente, también estando en encuentro, estamos distintos y encontramos distintas opiniones, pero juntos deseamos escuchar al Señor y ver qué pasos nos pide.
Eso fue magnífico en estos cuatro encuentros, de que aquí tenemos reportes y aquí tenemos que sintetizar. Hay dos funciones, uno, devolver a todas las Iglesias de Latinoamérica lo que se ha dicho, los puntos principales, la prioridad de que salgan y la contribución que se hace en la América Latina para profundizar la pregunta del Sínodo, ¿Qué hemos aprendido marchando juntos y a qué pasos el Espíritu nos llama?
Otro sentido, otra función de esta reunión, es identificar estos puntos que se sugieren a la Secretaría del Sínodo para discutir en el sínodo de octubre. Claro, hay muchísimos temas, muchísimas expectativas. Es claro que no se podrá hablar de todo. Y entonces, bueno, de las perspectivas de Latinoamérica, ¿cuáles son los puntos que tenemos que profundizar más para crecer como Iglesia sinodal? Esto, y creo que ya se hizo mucho de trabajo, de escucha de los reportes de las asambleas regionales y hay creo una contribución de Latinoamérica de distintos niveles, de la alegría de la fe, de ser pueblo de Dios, de bautizados, hasta la manera en que las estructuras también en Latinoamérica han caminado para hacer un recorrido continental, llegando a una asamblea eclesial y no solo de obispos. Entonces también en la reflexión de la sinodalidad que articula el ministerio episcopal con la participación de todos, esto es una contribución también muy interesante.
Luego de escuchar las contribuciones, los aportes de las diferentes naciones, ¿qué ve en esta Iglesia Latinoamericana? Y ¿qué aporta de manera específica a este gran sínodo y al caminar en general de toda la Iglesia?
Esto es el primer punto, lo que decía de esta capacidad de hacer pasos, en profundizar como el ministerio episcopal se articula en la vida de toda la Iglesia. Pero hay también un método que está trabajado muy intensamente, que a partir del Concilio Vaticano II ha caracterizado las asambleas y la vida ordinaria de la Iglesia y de muchas reflexiones, también de teólogos a todos los niveles. Esto de partir de una experiencia del ver, juzgar, actuar, pero que se dice también escuchar, sentir y tener reflexión, profundizar esta manera de hacer pastoral y teologías que van juntas y que ayudan en el crecer como experiencia de Iglesia.
Ahora, unido a esta experiencia, también de la conversación espiritual…
Eso se enriquece, con la ‘conversación espiritual’. Qué añade esta tensión a pasar en este trabajo de escuchar, de partir de la experiencia, para reflexionar y actuar con el pasaje del yo al nosotros. Es muy interesante un discernimiento en común como Iglesia. Este método de la conversación espiritual ayuda cada uno a expresarse, a participar y a escuchar a los demás y poco a poco a resonar, a dejar emerger en toda la palabra de todos, donde está presente el Espíritu. Que nos toque profundamente estos ecos de lo que se ha entendido en la primera ronda y, pero no tiene que acabar ahí. Hay que al final trabajar, discernir cuál son los puntos que se presentan a toda la asamblea, a la Iglesia, que son el fruto del discernimiento. Por eso pueden estar también esas discusiones y distintas ideas.
Vamos a encontrar cuál es, no mi opinión, a poner en el texto, a poner en la Iglesia, pero cuál es nuestra opinión, cuál es nuestra percepción y, sobre todo, de lo que creemos que sea, que lo que el Espíritu sugiere a la Iglesia a través también de los signos de los tiempos, de lo que estamos viviendo y de la vivencia de cada uno.
Ahora también con la preparación del Sínodo, de la Asamblea, ¿cuál es la tarea que corresponden a esta nueva Comisión que han nombrado, en la que usted es coordinador?
Es una comisión de servicio y toma el fruto de muchos otros equipos que trabajaron… para ir a hasta al Sínodo e intentando ayudar a la Secretaría a tener en cuenta de todos los aspectos. También cómo integrar la comunicación, cómo tener cuidado de la oración, de la liturgia, de cómo articular el recorrido espiritual con el recorrido de desarrollo de la reflexión y todas esas cosas. También habrá cómo organizar y cómo pensar la metodología para hacer el instrumento de trabajo. Pero este equipo no es el equipo para escribir un instrumento de trabajo. Habrá otros y muchos más. Claro que vamos a trabajar a distintos niveles. Debemos pensar la metodología para después hacer este trabajo. Entonces es un equipo de servicio que de aquí hasta octubre ayuda y piensa un poco en conjunto para no perder piezas y para encargar también a otros de preparar cosas.