ADN CELAM – Paola Calderón Gómez
El grupo de trabajo encargado de la redacción del documento final de la etapa continental del Sínodo en América Latina y el Caribe, cerró su agenda de actividades este 20 de marzo en la sede del Celam luego de tres días de reuniones.
De acuerdo con los objetivos trazados, los miembros del grupo de trabajo recibieron previo al encuentro en Bogotá, los cuatro documentos de las Asambleas Regionales y los tres aportes complementarios. El objetivo era profundizar en el análisis de los temas a partir de los espacios de oración y lectura personal, manteniendo el espíritu de la conversación espiritual; buscando en cada documento aquello que más expresa la presencia de Dios y la voz del Espíritu, así como los aspectos que bien pueden ser considerados como materia de discusión y un aporte significativo para la Iglesia universal en las siguientes fases del Sínodo.
Desde lo práctico los integrantes del grupo de trabajo identificaron por lo menos cuatro elementos que pueden considerarse prioridades recurrentes para los ejercicios de lectura orante y aquellos que por su especial profundidad y claridad, dan cuenta de la presencia del Espíritu en el proceso de escucha efectuado durante la etapa continental que vive la Iglesia.
Cada uno de los aportes hechos por los integrantes del grupo de trabajo fue acompañado por los argumentos necesarios a partir de los insumos proporcionados, esto con el fin de evitar la presentación de una gran lista de urgencias o tareas por emprender. De esta forma el fruto de la oración se puso por escrito en cada grupo de discernimiento que empleó la conversación espiritual como metodología de trabajo. Al término de la reunión algunos de sus participantes compartieron su experiencia.
La fuerza de la escucha
Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Celam dijo que ha sido un trabajo intenso el que se ha llevado en la comisión de la redacción del documento de la síntesis continental pensando en los aportes para la Iglesia universal, por lo que indicó que ellos se ocuparon de la redacción y la estructura pero “los contenidos vienen de la riqueza de la escucha, el discernimiento de las regiones”.
Para el prelado se trata de una actividad en la que han “hecho un camino sinodal las 22 Conferencias Episcopales de América Latina en sus cuatro regiones,” experiencia en la que destaca como “se ha escuchado, dialogado y discernido. La comisión ha hecho una síntesis continental creo que ese es el valor,” afirmó. Proceso que califica como inédito por la presencia de las cuatro regiones y el fruto de los encuentros que tuvieron un carácter eclesial y sinodal.
Responsabilidad y fidelidad
Al hablar de su experiencia Ricardo González Sánchez de la diócesis mexicana de Zamora, dijo que vivió este tiempo con mucha responsabilidad porque no se trata de un trabajo individual, sino del trabajo de los asistentes a las Asambleas Regionales. “Estamos recogiendo y queremos ser fieles al trabajo que las Asambleas Regionales realizaron y ahora se trata de sintetizar y agrupar, darle forma”.
Desde su perspectiva el camino ofrece mucha esperanza. “Creo que ahora ya vamos delineando cuales son aquellas cosas que América Latina y el Caribe puede aportar a esta invitación del Papa a ser una la Iglesia más sinodal. Vamos detectando el tema de la mujer como algo muy prioritario, así como la relación entre eclesialidad y colegialidad episcopal, algo que se articula en este momento”.
Dentro de los mayores desafíos González considera que está el tema de la formación en los seminarios y la necesidad de que este proceso cuaje en reformas dentro del derecho canónico, esta es la mayor esperanza que existe sobre el impacto que este proceso puede generar a mediado plazo.
Le puede interesar: Rafael Luciani: “Todos y todas en igual dignidad bautismal, tenemos el derecho y también el deber de exigir cambios a la Iglesia”
Construcción permanente
La hermana Altagracia González participó del Equipo de Síntesis Continental y desde su condición de facilitadora del método de la conversación espiritual en la Asamblea de la Región Caribe. La religiosa de la congregación de las Hijas de Jesús aseguró que “estar aquí me hace pensar que realmente lo del Sínodo es un proceso porque aquí nosotros hemos podido constatar qué ha pasado en las asambleas, hemos entrado de nuevo en contacto con el contenido, por donde el Señor nos lleva y como realmente en América Latina tenemos un camino, un itinerario que nos ayuda a constatar que realmente hemos hecho experiencias sinodales importantes”.
La religiosa dominicana destaca el hecho de que haber visto que “en este trabajo de síntesis no hay nada definitivo, porque se va a seguir profundizado, y el Sínodo no termina ahora, ni en 2024, probablemente, sino que es haciendo camino que vamos”. Desde ahí ha insistido en que “ha sido un trabajo profundo, intenso, de oración, de reflexión”.